"¿No es así, Von Sohn? Aquí tenemos a Von Sohn, miren. Muy buenas, Von Sohn".

27 oct 2013

La mala buena nueva

Qué día tan feliz fue para el buen marido aquél en que nació su hijo, su primer y único hijo. Y qué día tan sacrificado pero igualmente feliz para su buena mujer. Nueve meses de espera tras el amor consumado hasta el gran día. Romper aguas, parir. Dar a luz, alumbrar, iluminar una nueva vida. Tantos proyectos, tan bellos, tanta vida por delante, tanto deleite. Un matrimonio ejemplar. Dos bellas personas que traen al mundo a un pequeño ser humano. Indefenso, insignificante, frágil, grandioso.

Tras un parto sin excesivas complicaciones, marido y mujer esperan impacientes a ver al pequeño. Ella con la cara desfigurada por el dolor y el cansancio y, sin embargo, sonriente. Él en actitud protectora, orgulloso de su mujer, orgulloso ya también de su hijo, de su familia.

Por fin aparece el doctor con el recién nacido en las manos y se lo tiende a su madre. Ella lo toma y lo abraza, lo engloba con su cuerpo dado de sí. Observa su pequeño rostro: ciego, sordo, mudo, arrugado. El más encantador y dulce de los rostros en su sincera opinión. Derrama unas lágrimas de incontenible alegría.

"¿Cómo se va a llamar el pequeño?" Pregunta el médico por cortesía.

"Adolf. Adolf Hitler." Responde el padre con lágrimas de orgullo.

AEdlM

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