Tokio
La calle con más luz,
la más perversa,
fluorescente.
Progreso.
Las tiendas infantiles
de pornografía infantil.
Una ascensión,
un hundirse
hacia la altura que libera,
que aleja del firme.
Todo es lícito aquí.
Maniquí sodomizado,
parvulario modelo.
Padre ejemplar,
asesino inocente de inocentes,
de criaturas sin pechos, sin memoria,
víctimas de su virtud.
Mochuelos pervertidos,
refugio de su inapetencia cotidiana,
de su corrección doméstica,
de su ética familiar,
padre ejemplar.
Progreso.
Casas de locos,
con esferas doradas,
que caen, que deslizan,
que no significan nada,
pero fingen,
se postulan.
No son nada
o son la nada,
la búsqueda de la propia ruina,
consciente, avisada...
Disfrutar de la caída,
de los cuerpos momificados,
que ruedan como esferas,
esferas doradas.
Suplicar la muerte lenta,
placentera,
pero no morir.
Ser esclavo de una muerte
que nunca mata.
Progreso.
Perderse a uno mismo
y perder al otro
en el mundo metafísico,
el que no existe.
Yo no existo.
Vacunas para la esquizofrenia,
para adquirirla,
para poder entender el mundo,
ser feliz sin duda.
Parkinson en lugar de acné,
genocidio figurado,
simulacro de vida.
Están todos muertos aquí.
Progreso.
Observan la piñata,
con sangre en los ojos,
la ficción que culmina sus propias perversiones,
sus sueños infantiles.
Aquí no hay personas,
sólo esferas doradas que han caído ya,
que han cumplido su sino,
se han perdido.
Progreso.
AEdlM
La calle con más luz,
la más perversa,
fluorescente.
Progreso.
Las tiendas infantiles
de pornografía infantil.
Una ascensión,
un hundirse
hacia la altura que libera,
que aleja del firme.
Todo es lícito aquí.
Maniquí sodomizado,
parvulario modelo.
Padre ejemplar,
asesino inocente de inocentes,
de criaturas sin pechos, sin memoria,
víctimas de su virtud.
Mochuelos pervertidos,
refugio de su inapetencia cotidiana,
de su corrección doméstica,
de su ética familiar,
padre ejemplar.
Progreso.
Casas de locos,
con esferas doradas,
que caen, que deslizan,
que no significan nada,
pero fingen,
se postulan.
No son nada
o son la nada,
la búsqueda de la propia ruina,
consciente, avisada...
Disfrutar de la caída,
de los cuerpos momificados,
que ruedan como esferas,
esferas doradas.
Suplicar la muerte lenta,
placentera,
pero no morir.
Ser esclavo de una muerte
que nunca mata.
Progreso.
Perderse a uno mismo
y perder al otro
en el mundo metafísico,
el que no existe.
Yo no existo.
Vacunas para la esquizofrenia,
para adquirirla,
para poder entender el mundo,
ser feliz sin duda.
Parkinson en lugar de acné,
genocidio figurado,
simulacro de vida.
Están todos muertos aquí.
Progreso.
Observan la piñata,
con sangre en los ojos,
la ficción que culmina sus propias perversiones,
sus sueños infantiles.
Aquí no hay personas,
sólo esferas doradas que han caído ya,
que han cumplido su sino,
se han perdido.
Progreso.
AEdlM
No hay comentarios:
Publicar un comentario