Mírame así siempre, por favor,
con esa sonrisa que tensa tu faz,
o que genera pliegues, relieve a la luz diurna.
Quiero ver tu boca tímida aflorar,
mirarla,
intuir tus ojos entornados,
ciegos de una alegría que es tu propia bondad.

Mírame sin apenas verme,
abrumada en ti misma, gozosa sinceramente.
Mírame desde dentro de tu propia vida,
que me regalas,
sin dejar de reír,
desecha de maldad, desnuda de mundo.
Mírame con mirada infantil.

Mírame como a un padre,
o como a un hijo.
Mírame como hija,
o como madre.
Como Dios mira,
también quiero que así me mires.

Mírame así siempre, te lo pido,
porque siempre me has mirado así.

AEdlM