A veces el motivo es la carencia de impulsos,
si la vida no es más que tiempo,
y el tiempo es sólo un criterio,
uno de muchos,
nuestro,
como el odio,
que podría no estar,
que se aplica pero no es un porqué,
es sólo un accidente,
surgido de una colisión matérica
exterior al tiempo,
interior a la realidad,
a la realidad externa al mundo,
a la verdad interpretada por todos los demiurgos,
por todos los profetas,
aquellos que han podido asomarse,
que han vislumbrado el continuo atemporal,
y han conseguido idear,
han sabido imaginar,
soñar con una verdad,
que será la única,
intuida, figurada, pero real,
más convincente que cualquier certeza inmediata,
más evidente que el mismo dolor.
Entonces, que no haya tiempo,
prefiero imaginar.
AEdlM
si la vida no es más que tiempo,
y el tiempo es sólo un criterio,
uno de muchos,
nuestro,
como el odio,
que podría no estar,
que se aplica pero no es un porqué,
es sólo un accidente,
surgido de una colisión matérica
exterior al tiempo,
interior a la realidad,
a la realidad externa al mundo,
a la verdad interpretada por todos los demiurgos,
por todos los profetas,
aquellos que han podido asomarse,
que han vislumbrado el continuo atemporal,
y han conseguido idear,
han sabido imaginar,
soñar con una verdad,
que será la única,
intuida, figurada, pero real,
más convincente que cualquier certeza inmediata,
más evidente que el mismo dolor.
Entonces, que no haya tiempo,
prefiero imaginar.
AEdlM
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